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Un tipo que le da a la vida el toque de humor imprescindible para vivirla.

viernes, 31 de julio de 2009

¡OS MALDIGO A TODOS!

Les voy a pedir un ejercicio de imaginación, quizás excesivo. Pero olvídense de todo lo aprendido y conocido. Necesitaran tener tiempo para leer esta entrada, si no es así, si no tiene tiempo, déjelo para mas tarde, cuando lo tengan.
Ahora el ejercicio imaginativo: somos hombres primitivos, ha amanecido y el Sol nos ha despertado. No tenemos reloj, no tenemos tiempo. Simplemente el Sol nos ha dado en la cara y nos ha despertado con su dulce calor. El resto del día es simple pero placentero: cuando tengamos hambre, comemos; cuando tengamos sed, bebemos. Si queremos descansar, descansamos. Si queremos correr, corremos, si queremos gritar, gritamos. Hacemos lo que queremos. La Tierra es toda nuestra, no hay países, no hay fronteras. Podemos caminar y caminar sin metas, solo porque nos apetece. Vemos un río y nos bañamos, vemos una fruta y la comemos. así hasta que llega el día y se va oscureciendo; cuando tengamos sueño, nos dormimos. Jugamos, reímos, cantamos; no hay mas preocupaciones.
Ahora, volvemos a la realidad, al reloj, a las prisas. A las reglas, a las horas prefijadas de comida, a los teléfonos, a los jefes, al trabajo para tener dinero y comprar lo que nos anuncian. A las fronteras, a los países, a los ejércitos. A normas,a estudios,a leyes...dictados y creados por una elite de humanos (cuantas veces equivocados). A los impuestos, a las colas, o los tramites... Evolucionamos...¿Hacia un mundo mejor?
Y, ya por ultimo, vuelvan a leer el párrafo donde somos hombre primitivos...para no quedarse con el amargor de vivir en este tiempo industrializado, comercializado y politizado.
Nota de titulo: En la película el planeta de los simios, Charlton Heston, cuando descubre que los simios han destruido la civilización, frente a la estatua de la Libertad caída dice: "Yo os maldigo a todos, os maldigo". Por supuesto no quiero el planeta de los simios de Heston, pero que gozada seria vivir, solo y exclusivamente, para vivir; sin mas ambiciones o metas.

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