ODIO A NOVITA

¿QUIÉN NO ODIA A NOVITA?

Para los que no lo conozcan, Novita es el protagonista de una serie de dibujos animados ( por supuesto, japoneses) en la que todo argumento se basa en cumplir todos los caprichos del susodicho y en un gato cósmico de nombre Daraemon, que le hace todo el trabajo “penoso” ( hacer deberes, ir a la compra…) que la criatura debe realizar.
Con este argumento, uno que es padre de familia, lo único que piensa es en colgar al creador de esta obra.
Menos mal que me consuelo cuando, Gorila, el pegón de la clase, le da al Novita su paliza diaria. Aunque la paliza siempre es injustificable, yo lo relaciono en contraprestación a lo vago, caprichoso, egoísta… que es el niño de las narices.
Lo malo es que, en la realidad, fuera del espacio televisivo y no solo en Japón, cada día nos encontramos mas niños de este estilo. Pasear por un centro comercial o un supermercado es un buen observatorio de “Novitas”. Estas cogiendo un litro de leche y debajo de tus pies aparece un niño pataleteando e implorando a su madre un XPV con mano HIFI ( ¿y que coño es eso?). O de repente un niño no quiere hacer los deberes y ves salir de una ventana libros y hojas de “Conocimiento del Medio” (¿Y esto? No sé, pero por eso saldrán por la ventana…para conocer el medio). Y el menú de ahora para que no haya problemas con los pobres niños: De primero patatas fritas de bolsa, de segundo gominolas en su azúcar y bollería de postre. Para beber refresco de cola. ¡Jodo, la de garbanzos que me he tenido que tragar yo de pequeñito, sí …o sí!
De verdad, Novita, ¡te odio!