Desahogo

Hola queridas y queridos:

Escribo mi entrada como si de una carta fuera. Necesito desahogar, estoy estresado.

Saben lo qué pasa, que normalmente mantengo una batería de optimismo a la máxima capacidad, pero si ya tantas circunstancias te la consumen...llega a un nivel que tocas fondo.

De todas formas, en el fondo todavía saco mi reserva para: "ya he tocado fondo, no puede bajar más".

Todo ello viene porque ya sabemos que estamos en crisis, que todo va mal...pero creo que también se están aprovechando de esta "disculpa" muchas empresas ( y quizás algún trabajador) para realizar acciones nada correctas.

"Nada correctas", seamos prudentes a la hora de escribir, estamos en un foro abierto y nunca sabemos quien nos lee.

Respecto a eso y haciendo un paréntesis, pero para que vean hasta que punto no controlamos las repercusiones de nuestros actos en la Red. Hace unos días me llama una empresa  y al  contactar conmigo hace referencia a muchos aspectos de mi historia laboral. Lo cual puedo entender porque hay redes profesionales en donde he permitido que sea pública.
Pero cuando llegamos a esa parte de tu vida más personal me ha sorprendido la cantidad de información que tenía sobre mis gustos: "..sabemos que tienes aptitud para escribir...", "...que te gustan los retos..."
Me sorprendió:
-¿Cómo sabéis estas cosas?
- Bueno, tenemos varias formas de informarnos e Internet es una de ellas.

Estuve pensando varios minutos después y solo han podido informare porque leyeron este blog.
Si es así, Elena de Ap.. (vamos a dejarlo así) muchas gracias por tu amabilidad, insistencia y paciencia.

Resumiendo, lo que dejamos on line es igual que dejarlo en un banco de un parque al alcance de todo el mundo.

Bueno, a lo que iba, el causante de mi estress y de que estoy ya un poco harto de que todo vaya mal, que estamos en caida...
Yo no lo veo así, pero estoy predicando en el desierto y cada vez estoy más solo.

No entiendo que todas las empresas estén diciendo que no gastemos pero a la vez, todas las empresas dicen que hay que vender más.
Si no hay que gastar, no hay que comprar y si no hay que compra, no se vende. Es una cruel pescadilla que se muerde la cola.

Necesitamos salidas en linea recta, no caminos en circulo.

Por otro lado, sin ser yo el mejor profesional del mundo, siempre intento hoy ser mejor que ayer. Y la experiencia me dice que hay cosas que se pueden hacer, incluso ahora, sin gastos y pueden resultar.
O al menos se pueden intentar.
Y cuando solo encuentras muros y muros. Derrumbas uno y aparece otro y así.
Es duro pelear contra molinos.

Todo esto te merma.

Te decepciona.

Te desilusiona.

Añadimos que a veces tienes ( sigo con los molinos) que comulgar con ruedas de molino:
Hay que seguir estas directrices y no hay  más que hablar.
Será difícil vender bikinis en el Polo Norte, pero...no hay más que hablar.

¿Algo más?
-"están ahora las trabajos como para protestar"
-"va a ver cambios, cuidado"
-"el que no esté a gusto..."

¡Uff!
Vamos caminando con un ojo en la espalda por si viene la "puñala"

Creo que las cosas se pueden decir de otra manera y quizás se puede ser realista. Claro que la cosa está mal pero quizás nosotros no somos los culpables y que paguen los que chuparon todos estos años.
Pero bajo ningún concepto se debe aprovechar para tener un motivo (una excusa) para subir diez niveles de presión sobre los demás.

Para finalizar, siempre hay que dar un tono de humor (¡¡¡Cuánta falta hace!!!)
Es muy humano sentir que si a tu vecino le va peor, te reconforta.
Pero yo no soy tan malo, sin embargo en esta semana que estaba hasta los eggs de todo esto, una encuentro casual me cambio el humor.
Estaba buscando la palabra "cortesana" en el diccionario. Un debate familiar por si solo tenía un significado peyorativo o tenía más que no fueran desprectivos.

Pues buscando esta palabra, me encontré con este personaje:
Cortés Castro, León
Y la referencia que el diccionario hacía de él:
"político que no pudo solucionar los conflictos fronterizos con Panamá".
Y esta desgracia ajena me provoco gran hilaridad.
¡Ostras, que tu nombre pase a la Historia para decir que no pudiste hacer una cosa, es muy triste!

Lo siento, León Cortés; no obstante, puedes estar muy orgulloso porque hoy, un hombre estaba hasta las narices y tu historia cambió su humor.

Gracias, León, ese hombre era yo.