Ayer, pude recordar una visión de mi infancia. Recordé la maravillosa atmósfera de un cine de los de antes. Aquellos donde una gigantesca lampara preside el techo. Donde unos sofás previos a la sala te permiten reposar, donde un acomodador linterna en mano te acompaña... No se si ese cine es rentable, ni siquiera si el dueño se plantea dejarlo. Pero, anónimo propietario, le agradezco que ayer despertara un sueño que guardaba en un rincón de mi memoria.
Palcos individuales con cortinas rojas, amplias butacas de madera, suelo de madera, taquillas de ventanuco incrustado en la pared... cuantos recuerdos solo o acompañado, con amigos o con amigas. ¿Os acordáis?
Hasta el nombre es de los de antes: "Cine Cervantes"...
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