Hoy os traigo una receta fácil, rápida y económica...Pero, antes, quiero dedicar esta entrada a mi buen amigo Cándido que tantas y tantas horas hemos compartido en la Piscina. Un poquito nadando, otro poquito hablando.
Necesitamos:
-Un calabacín
Lo lavamos y lo cortamos en rodajas no muy gruesas, con piel y todo.
-Un plato con harina ( si el plato es de barro, mejor; porque la harina no se pega. Y, así es más fácil de fregar después)
-Un plato con huevo batido ( normalmente necesitaremos dos huevos. Depende de la cantidad de calabacín que tengamos)
-Un plato con pan rallado.
Una vez cortado el calabacín, debemos ponerlo con sal en un plato cuya base sea un papel de cocina absorbente.
El calabacín suelta mucha agua y con la sal más el papel eliminaremos mucha de ella.
Después metemos la rodaja de calabacín, primero en el plato con harina ( le damos vuelta y vuelta), segundo en el plato con huevo (vuelta y vuelta) y finalmente en el plato con pan rallado ( también vuelta y vuelta)
Una vez hecho esto lo introducimos en el aceite previamente calentado y en unos minutos le damos la vuelta para que se frían por el otro lado.
Aquí depende de los gustos. Los hay que lo prefieren más hecho, otros menos. A mi me gusta poco hecho... pero para gustos, colores; para campos, flores y para ....., sujetadores ;)
Poner también un papel absorbente en la bandeja de servir para que absorba parte del aceite.
Y así es como queda.
Por último, os dejo uno de los maravillosos sonidos que tiene la cocina.
Un abrazo enorme, amig@s