Datos personales

Mi foto
Spain
Un tipo que le da a la vida el toque de humor imprescindible para vivirla.

sábado, 13 de junio de 2009

Dragones y Princesas

DRAGONES Y PRINCESAS
Dedicado a Raúl y Rubén.


Esta historia solo puede ser leída por dos hermanos.

Ocurrió hace miles de años. Cuando la Tierra era tierra y no había carreteras, ni casas. La gente vivía en el campo y las criaturas fantásticas habitaban las cumbres de las montañas. Durante años esas gentes eran gobernadas por dragones. Dragones buenos que ayudaban a la hora de comer.
En las cumbres, los seres misteriosos eran gobernados por el Rey Mago, con poderes blancos y negros. No eran buenos tiempos para la Princesa de las Cumbres. El Príncipe más Hermoso de la Tierra no quería casarse con ella; estaba enamorado de La Jovencita más Hermosa. Y no quería a la Princesa de las Cumbres.
Un día la Magia Negra invadió a los dragones y, desde entonces, fueron crueles con la gente. Se pidió socorro al Rey Mago que no quiso saber nada, porque el no vivía en el campo.
Los dragones cada vez eran más crueles. El Príncipe más Hermoso no podía ver como la gente del campo era maltratada. Pero ¿Qué le habría pasado a los dragones? La Bruja Azul tenía la explicación: ¡Habían comido las Cerezas de la Locura! ¡¡Y no había antídoto!!


El Príncipe más Hermoso no podía matar él solo a todos los dragones. ¡Eran cientos! Tendría que hablar con la Princesa de las Cumbres. Le rogó, imploró y suplicó que hablar con su padre, el Rey Mago. La Princesa de las Cumbres estaba dolida porque el Príncipe mas Hermoso no la quería, pero era muy buena y tampoco le gustaba ver como la gente del campo padecían a los locos dragones. Hablo con su padre, pero al Rey Mago le importaba un comino lo que su hija le contó. Así que la Princesa de las Cumbres se fue a la biblioteca y estudio durante días, todos los libros de su padre.
Después de muchos esfuerzo, sabia más que su padre. Pero como dijo la Bruja Azul: “habían comido Cerezas de la Locura y no había antídoto”.
La Princesa de las Cumbres y el Príncipe más Hermoso estuvieron meses juntos, estudiando, hablando, riendo juntos...Así surgió entre ellos el Amor.
El Príncipe más Hermoso hablo con la Joven más Hermosa y se dio cuenta que prefería a la Princesa de las Cumbres porque era mejor persona, era también guapa y era feliz con ella. Vamos, que se había enamorado.

Un día, los dragones cansados de abusar de las gentes del campo se fueron a las cumbres. Ahora el Rey Mago tenía un problema. Acudió a la Bruja Azul que ya estaba harta de decir a todos que habían comido Cerezas de la Locura y que no había antídoto.
El Rey Mago era un líder y tenia que tomar una decisión. Convoco una reunión con el Príncipe más Hermoso, la Princesa de las Cumbres, la Bruja Azul, la Princesa más Hermosa... En esa reunión se decidió hablar con los dragones.
Los dragones en señal de buena fe decidieron hablar con ellos y mandaron al que estaba más cuerdo. El que había comido menos Cerezas de la Locura. Hubo suerte porque no era que había comido pocas, es que el día anterior había ido a la Fiesta de los Ratones y Lagartijas y se había artado de otra comida que no eran las Cerezas de la Locura. Mas suerte hubo cuando contó que había una decena de dragones que no habían comido Cerezas y estaban cuerdos como el.
Todos reunidos acordaron unir su magia.
El Dragón Cuerdo aporto que para la limpieza de estomago los dragones debían comer manzanilla.
El Rey Mago recordó dos frases mágicas: "Scipion Sale" que quita los malos pensamientos, y "Tremendus Til" que cura la rabia.
La Princesa de las Cumbres, de todo lo que había estudiado, comento que los dragones por la noche eran cuando mas débiles están.
El Príncipe más Hermoso trajo una espada mágica que a luz de la Luna hechizaba a todo aquel que la miraba.
La Bruja Azul hizo tila para todos para que se tranquilizaran.
La Jovencita más Hermosa, que no era buena oyó todo y se fue a chivarse a los dragones locos.
Los dragones enfurecidos decidieron ir a atacar. Sus alas batían con gran fuerza, de sus bocas salía fuego amenazador, rugían los que podían emitir sonidos, de sus pezuñas salían afiladas uñas. Un gran ejército iba en dirección a las cumbres donde estaban las tropas del Rey Mago y sus aliados.

En el Valle de las Fuentes, al anochecer, seria la gran batalla. Y allí estaban de un lado miles de Dragones Locos más la Jovencita más Hermosa, del otro el Rey Mago, sus tropas, el Príncipe Más Hermoso, la Princesa de las Cumbres, la Bruja Azul más una decena de Dragones Cuerdos.
La luna brillaba hoy más que nunca. ¡Los Dragones Locos se lanzaron sobre ellos! El Príncipe más Hermoso salto el primero a la lucha. Saco su espada y apunto hacia la luna. La espada se volvió luz e inundó todo el valle. Muchos dragones quedaron hipnotizados, tanto que se cayeron del aire. En ese momento los Dragones Cuerdos aprovecharon y les dieron manzanilla.
El tremendo resplandor de la luz de la espada atrajo ala gente del campo que subieron al Valle de las Fuentes. Mientras el Rey Mago exclamo a gritos: " Tremendus Til". Algunos de los Dragones Locos se pararon y fueron a donde estaban los Dragones Cuerdos para que les dieran manzanilla.
Los Dragones Locos que quedaban, atacaban sin piedad; algunos hombres y mujeres del campo tenían heridas y quemaduras que eran curados por la Bruja Azul.
Cada vez era más de noche y como dijo la Princesa de las Cumbres, los dragones estaban más cansados.
El Rey Mago aprovecho para gritar: ¡Scipion Sale"!
Todos los Dragones Locos, menos uno, cayeron al suelo y se les dio de inmediato manzanilla.
Solo quedaba el más fiero, que luchaba contra toda la gente del campo. Entre muchos golpes consiguieron reducirlo y atarlo. Ahí le obligaron a tomar un saco de manzanilla.
La Jovencita más Hermosa viendo esto, huyo como una cobarde. La Bruja Azul volvió a hacer tila y la dio a todo el mundo y todos se quedaron dormidos, dragones y humanos.
A la mañana siguiente todo estaba en calma. Los dragones estaban tranquilos y el dragón que habían atado, pidió disculpas y explico que no habían comido las Cerezas de La Locura. Al parecer los dragones que no habían ido a la Fiesta de los Ratones y Lagartijas habían estado tomando el sol al mediodía y eso, todo el mundo lo sabe, eso vuelve loco a los dragones.
Había sido un exceso de Sol. En eso, la Bruja dio un salto y exclamo: ¡¡¡¡¡¡Pues, para eso si había antídoto!!!!!!

FIN
Ángel Lago Villar

viernes, 12 de junio de 2009

Vida Sana: Habitos Alimenticios

VIDA SANA: HABITOS ALIMENTICIOS.

¡Nada de dietas, ni agobios! Voy a explicaros unos sencillos hábitos para reducir la grasa corporal.
En primer lugar el cuerpo necesita grasa para sobrevivir, pero el exceso de grasa es el que debemos eliminar. Así el objetivo será tomar menos grasa (si queréis subir otro nivel de saludabilidad procurar también reducir el sal y el azúcar).

Empecemos por el desayuno. La regla de oro: Desayuna como un Rey, come como un Príncipe y cena como un Mendigo. Primero tomaremos un vaso de agua, eso nos despertara y avisara al estomago que debe ponerse en funcionamiento. Además de empezar a llenar nuestra necesidad diaria de agua (elemento esencial para limpiar, depurar y eliminar grasa). Piensa que el desayuno debe ser nuestra "gasolina" de todo la mañana, ósea que merece la pena sentarse con calma (un consejo: prepara la noche anterior los tazones, las cucharas, la mesa, y así te ahorraras tiempo y evitaras las prisas) e intenta desayunar lácteos (leche, yogur, queso) cereales (o galletas, pan, frutos secos) y fruta (o mermelada de fruta).

Llegamos al trabajo y nos olvidamos del ascensor, aunque este en la puerta esperándonos esa chica de verdes ojos o ese chico moreno tan mono (si solo vais a hablar del tiempo). Subir las escaleras diariamente nos aportara un desgaste extra para eliminar grasas. También seria bueno aparcar el coche un kilómetro antes de la oficina y pasear (daros cuenta que con eso haríais 4 kilómetros al día de ejercicio). Si en la oficina te entra la "gusa" acuérdate de lo rico que esta la fruta, las pasas, las barritas de cereales.

Es la hora de la comida, otro vasito de agua antes de ella y empezar por una fruta. Os explico, normalmente a esta hora nos morimos de hambre, ósea que comemos lo que nos echen, al tomar la fruta, nos elimina la ansia de comer, y para cuando llegue la comida la degustaremos pausadamente. Consejos: si estamos comiendo estamos comiendo, nada de TV, ni cualquier cosa que nos pudiera distraer y metiéramos al "buche" mas de lo necesario. Tampoco que nos sirvan, ya somos mayorcitos y cada uno echara lo que de verdad necesite. Es mejor echar poco y repetir, incluso poner la comida en platos pequeños. Comer vegetales y verduras es bueno y no solo porque no aportan grasas sino porque su digestión es más difícil y obligamos al estomago a quemar grasa.

Por ultimo la cena. Recuerda que lo que consumes por el día te proporciona una energía que puedes quemar, pero lo que consumes por la noche, antes de acostarte, se acumula como grasa. O sea que la cena debe ser muy liviana: unas frutas y si no te gusta la fruta natural, prueba con zumos, compotas o macedonias. Nunca pongas fritos para cenar, mejor hervidos.

Y ¿Qué pasa con los pequeños placeres? Pues, para eso se han inventado los sábados. Aprovecha ese día, y solo ese día, para esos bombones, esas gominolas, esas patatas fritas, que de patata solo tiene la foto de la bolsa... Veras que el placer de los caprichos se incrementara mucho más.

Ángel Lago Villar